Tras una aproximación a la lógica de las experiencias cotidianas con Espacios habitados surge una preocupación ante la creciente percepción de la acera como un lugar a evitar, destinado a los parias y demás escoria con la que alguien de bien no debe juntarse. La ciudad, salvo determinadas excepciones enfocadas a un sector concreto, se descompone en un circuito de islas privadas pobladas por morenos cuerpos de gimnasio que abandonan la calle y luego la criminalizan. Estén revestidos con camisa de cuadros, gorra plana o cárdigan.
Así, Espacios desterrados aparece como una
reivindicación de todas esas zonas de la ciudad a las que se les ha sustraído su
encanto en la medida en que no encajan con la ‘ciudad marca europea’ y que, sin
embargo, atesoran cientos de relatos y aventuras por trazar sin que se necesite
para ello de grandes eventos, movimientos especuladores o intervenciones de
arte redentoras. Basta con pasear e imaginar.
Asimismo, desde aquí invitamos a participar en
este proyecto a toda aquella y aquel que quiera aportar sus propias
narraciones, experiencias, apreciaciones… Para ello basta con ponerse en
contacto en los comentarios o mandando un mail a 547b3.zgz@gmail.com
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